lunes, 14 de junio de 2010

Hastío

Hola a todos! Ya son más de 200 las visitas al blog, y con los nuevos diseños de blogger no me he podido resistir a cambiar el formato del blog (otra vez) jajaja.

Como siempre, espero que os guste lo que leéis, y os sigo y seguiré animando a que salgáis del anonimato.

Gracias!

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Hastío

Me aburro. Sí, me aburro. No sabría decir por qué, pero es una realidad. Me aburren muchas cosas, aborrezco a personas, temas de conversación y detalles de la vida que resultan insoportablemente contrarios a la diversión.

Me aburre intentar entender por qué ponerle una pena de 40 años a un terrorista es una aberración, cuando lo que merecen es no ver nunca más la luz del día.

Me aburre discutir sobre política, siendo ésta la máxima manifestación de la mentira y la hipocresía. A tantos se les debería caer la cara de vergüenza...

Me aburre soberanamente hablar de economía, y más aún ahora. De repente aparecen demonios por todas partes, sembrando el caos y el miedo entre las multitudes, hablando de cosas que no entienden o no quieren entender. Cosas que, en realidad, todo el mundo sabe, si se atreve a pensar en ellas. El sentido común es una interesante forma de hacer que esto deje de ser tan sumamente aburrido.

Me aburre la especulación de la gente que no se molesta en pensar, racionalizar o demostrar sus opiniones. Es aberrante tener que escuchar semejante sarta de estupideces.

Me aburren las personas que hablan por hablar, haciéndose las entendidas, pretendiendo escribir bonito para que parezca que lo que dicen tiene más sentido del que realmente aportan. Alguien debería decirles que lo que hacen es más o menos como la prensa barata pero sin cobrar un sueldo.

Me aburren los idólatras, los charlatanes lameculos que no paran de subir el ego de los nombrados en los dos párrafos anteriores. Simples borregos, hormigas que siguen el camino ya marcado sin alejarse de él, no vaya a ser que se pierdan y se vuelvan inteligentes. La verdad, es que más que aburrirme, su empalagosa verborrea me produce asco.

Me aburren las clases sociales basadas en cosas tan absurdas como el número de pulseritas en tus muñecas, la cantidad de cuellos que llevas, el tamaño del logotipo que tienes en el pecho o la forma en que te peinas. Sin embargo, nunca me escucharán decir que no es importante vestir bien o ser elegante. Son conceptos totalmente distintos y, en la mayor parte de los casos, opuestos.

Pero, sobre todo, me aburre el ruido de la gente. Es un irritante sonido, como de voces chillonas que no callarán nunca... ¡Con lo llanamente perfecto que es el silencio! Pues nada, no cerrarán el pico. No estamos en tiempo de milagros.

Por eso, intentaré buscar la diversión en las pocas actividades sociales que quedan intactas ante este bostezo generalizado. Por si tenéis dudas (que lo comprendo) y queréis una pista: se encuentran en los libros, en los lugares abiertos como la playa o el campo, en los niños, en los viajes y culturas, en el arte y en el amor de las personas que merecen ser amadas.

Mucha suerte en la búsqueda.




2 comentarios:

  1. Grandes verdades....
    felicidades! ;)

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  2. Hola Patricia,
    ¿qué tal estás? recomendastes tu blog en el de Hacienda y eché un vistazo rápido pero no volví y hoy te he recordado y aquí estoy dando un garbeillo.
    Harta de este caluroso verano entre apuntes de análisis económico, de la sombría sordidez grisacea que representa la vida de mis padres, de laberintos que llevan a ninguna parte. Por suerte las personas tenemos un instinto de supervivencia que nos empuja a la luz, no creas que la apatía es mi eslogan, todo lo contrario estoy en el mejor momento personal de los habidos hasta hoy, pero eso no quita vislumbrar rincones oscuros.
    ¿Qué tal te ha ido el curso? espero que muy bien y no tengas que estudiar este verano, o al menos, que sea poco. Me habría gustado conoceros.
    Seguiré tu cuaderno si no te molesta, me gusta como escribes y el fondo de retazos recuerda a alguna película y a la niñez.
    Cuídate.

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